Cómo influye el tabaco en la salud bucal
- On agosto 3, 2017
- enfermdades, fumar, salud dental, tabaco
¿Cómo influye el tabaco en la salud bucal?
El número de personas fumadoras en España sigue siendo, a pesar de su importante caía en los últimos años, muy elevado. Y uno de los asuntos más alarmantes es el alto porcentaje de fumadores jóvenes. Así, el tabaco constituye una gran amenaza para la salud pública que incide gravemente sobre la salud bucal.
El tabaco no sólo afecta a la salud bucal, también es capaz de alterar el sistema inmunitario y se encuentra relacionado con más de 50 enfermedades. No obstante, en este nuevo post nos centraremos en los efectos del tabaco sobre la salud bucal.
Las numerosas sustancias nocivas del tabaco, así como el calor que genera en la cavidad oral al fumar, pueden provocar diversas alteraciones bucodentales entre las que destacan las siguientes:
- Aparición de caries causada por los cambios en la flora bacteriana y salivales como consecuencia del tabaco.
- Enfermedades periodontales como la gingivitis, la periodontitis o la periimplantitis.
- Candidiasis oral.
- Mal aliento o halitosis.
- Pérdida del sentido del gusto y del olfato.
- Disminución de la producción de saliva y cambios en su composición.
- Lesiones precancerosas y cáncer oral.
- Dificultad para cicatrizar heridas orales.
- Manchas en los dientes.
La mejor forma de prevenir todas estas afecciones o patologías sería, por supuesto, dejar de fumar. La persona que deja el tabaco empieza a notar los beneficios a corto plazo. Por ejemplo:
- A partir de una media hora sin fumar se normaliza el pulso cardíaco y se recupera la presión sanguínea.
- Tras ocho horas sin fumar los valores del oxígeno en sangre se normalizan, disminuye el riesgo de sufrir un problema cardíaco y se incrementan las posibilidades de recuperación de cualquier enfermedad relacionada con el tabaco.
- A partir de 48 horas sin fumar la nicotina se elimina del organismo y se recuperan algunas capacidades de percepción del sentido del gusto y el olfato.
- A los 3 días es posible respirar mejor gracias a la relajación de los circuitos bronquiales.
- A partir de las 3 semanas sin fumar la presencia de tos se reduce en gran medida o desaparece.
- A partir de los 2 meses sin fumar, el paciente se sentirá mucho más ágil y enérgico.
- Al cabo de 3 meses, los pulmones recuperan completamente su adecuado funcionamiento.
- Tras un año sin fumar, se reduce al 50% el riesgo de morir por un ataque cardíaco.
- A los 10 años de haber dejado el tabaco es posible igualar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco al de una persona no fumadora e igualmente el riesgo de sufrir cáncer de pulmón se reduce a la mitad.
Todos estos beneficios contribuirán igualmente al buen mantenimiento de la salud bucal. ¿Necesitas dejar de fumar? Hazlo por tu salud general y la de tu boca y pídenos ayuda.