¡Dr. Tengo una fiebre en el labio!
- On diciembre 26, 2012
Ha llegado el verano y, con él, el buen tiempo, ese que invita a ir a las terrazas, a los parques, a la playa: a disfrutar del buen vivir. Por este tipo de clima, España es un país privilegiado con zonas geográficas que disfrutan de más de 300 días de sol; pero ese sol amigo, que representa nuestros días adorados de verano, debemos tomarlo, como todo, sin excesos y cuidando siempre de toda nuestra piel.
Ya que nuestra clínica queda en una zona favorecida de la Costa Cálida: San Pedro del Pinatar, durante el verano, muchos son los pacientes que llegan a mi consulta diciendo: “Dr. Tengo una fiebre en el Labio”. Eso que los pacientes llaman “fiebre”, la mayoría de las veces, es una lesión producida por un virus que ataca a más de 80% de la población mundial, que se denomina Virus Herpes Simple 1 (V.H.S.1) y que ataca cualquier parte del cuerpo desde la cintura hacia arriba. Regularmente, afecta la cara y los labios generando una entidad tan frecuente que ha pasado a llamarse, informalmente, Herpes Labial y que puede llegar a ser muy molesta.
Una vez que ha contaminado a una persona, el virus queda viviendo en los ganglios neuronales, en otras palabras, existe en el origen de algunos nervios cercanos a la boca y se activa, con etapas de recurrencia durante toda la vida de la persona, cuando bajan las defensas o en situaciones como el estrés, el frío intenso, episodios de fiebre y exposición a los rayos ultravioletas.
Durante la época del verano, en la que nos relajamos un poco con los cuidados por estar de vacaciones, tenemos que tomar en cuenta que la radiación solar (que contiene un porcentaje en rayos UVA) puede activar el virus y “despertarlo”, produciendo lo que comúnmente se conoce como “Fiebre”. El virus de Herpes simple tiene un potencial de contagio salival bastante alto, por lo que se debe ser cuidadoso y mantener precauciones para no contagiar a otras personas, especialmente a los niños donde la primera infección por el virus puede llegar a ser bastante grave.
Afortunadamente, evitar o espaciar las recurrencias del virus es muy sencillo y no va más allá de utilizar protector solar de un índice entre 30 y 50 para la cara y los labios, así como barras labiales para protegernos contra el frio en invierno.