Amenazas para la salud bucodental de los niños en vacaciones
- On julio 15, 2021
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Los días de verano de la infancia nos brindan algunos de los mejores momentos de nuestras vidas que nos dejan recuerdos imborrables en la memoria. Los amigos de la playa, las infinitas tardes jugando en la plaza del pueblo y los viajes con la familia. Las vacaciones de verano son un tiempo idóneo para darle al botón de pausa, descansar y disfrutar y, a la vez, un período donde es primordial extremar las precauciones en la higiene bucodental para evitar sustos en las siguientes revisiones con tu dentista.
La alegría brota entre los más pequeños en época estival acumulándose las celebraciones donde los refrescos azucarados, helados y demás alimentos refrescantes toman relevancia sustituyendo a la dieta habitual del resto del año. El aumento del consumo de productos altos en glucosa, una higiene bucodental inexistente y el descenso de visitas al dentista puede producir caries y otro tipo de enfermedades periodontales.
Los profesionales nos recuerdan que la salud bucodental debe estar siempre presente en cualquier estación del año porque una mala higiene oral cómo, por ejemplo, no cepillarse los dientes tras las comidas fuera de casa, provoca la acumulación de la placa bacteriana que puede producir el sangrado de los dientes o una deficiente salud gingival.
El calor junto con el aumento de la actividad física que llevan a cabo los niños en verano son un acicate para la deshidratación. Un niño deshidratado disminuye la capacidad de salivación, a la par que ve mermada su labor desinfectante lo que puede conllevar la aparición de gingivitis o periodontitis. ¿Quién no ha intentado de pequeño aliviar la sed masticando un cubito de hielo? En estos casos, esta idea que aparentemente puede ser divertida, puede acarrear problemas tales como fracturas o fisuras en los dientes.
Además, jugar con los cubitos de hielo en la boca, consumir helados congelados o beber bebidas excesivamente ocasionan sensibilidad dental esa sensación para nada agradable para los niños que acaban quejándose por una sensación interna y dolorosa en los dientes que les impide comer con normalidad.
Por otro lado, las vacaciones son sinónimo de hacer planes al aire libre lo que crea un entusiasmo exacerbado en los más pequeños de la casa. En estas salidas hay que tomar precauciones ante las peligrosas sugerencias que suelen hacer los niños en la interminable búsqueda de la diversión porque los traumatismos dentales por lesiones en dientes y tejidos blandos a causa de golpes y caídas en la cavidad bucal son demasiado frecuentes entre la población infantil.