Pocas personas fuera del ámbito de la odontología sabrán discernir acerca de qué es una endodoncia, o sabrían definir cualquier otro tratamiento tipo que se realice en la consulta del dentista. Y es natural, pues cada maestrillo sabe de su librillo (no era así el refrán, pero lo adaptamos al contexto).

Antes de saber si necesitamos o no una endodoncia deberíamos distinguir cuáles son los síntomas que nos afectan y, una vez seamos conscientes de los mismos, debemos tomar una decisión, que no suele ser otra que la de acudir a tu dentista de confianza.

Por lo general, los principales síntomas que evidencian que es necesario realizar este tratamiento dental son:

• Decoloración del diente.
• Hipersensibilidad dental ante estímulos demasiado fríos o demasiado calientes.
• Dolor o molestias al morder o masticar
• Hinchazón de las encías en la zona adyacente al diente con caries.
• Diente roto o astillado.
• Dolor tras un traumatismo, caída o golpe.

¿Qué es una endodoncia?

Con esta sintomatología, el dentista al que acudas deberá determinar si el tratamiento a realizar más acorde a la situación es el de una endodoncia.

Este es un procedimiento dental que se efectúa en el momento en el que el diente ha sido dañado por una caries profunda, causa de malos hábitos, una dejadez en la higiene dental, tras un traumatismo, o infección por acumulación de bacterias en la boca.

El objetivo por el que se lleva a cabo una endodoncia es evitar que haya que extraer la pieza dental. Para ello, los profesionales eliminarán cualquier resto de infección para dejar el diente completamente sano y listo para continuar con una vida normal.

Así se realiza una endodoncia

Entre los tratamientos que realizamos a diario en nuestra clínica dental, este es uno de los de mayor asiduidad. En esta intervención, el endodoncista elimina la pulpa dental del interior del diente afectada. Para ello, debe perforar la corona del diente en zonas escondidas para no comprometer la estética dental y limpia y desinfecta los conductos radiculares.

En este momento el endodoncista se encargará de evaluar cada caso, y si es preciso, comenzará la fase de sellado para evitar la vuelta de las bacterias. Por último, es conveniente valorar el estado del diente y realizar un diagnóstico final en concordancia.